Juguete Musical
Teatro de Figuras Animadas para educación de Príncipes
Charles Perrault
Es uno de los cuentos más universales de Occidente desde su publicación en 1697. Se hizo popular rápidamente quizá debido a que Perrault fue el primero en recrear con dignidad literaria esta narración oral y publicarla en un libro; “Cuentos de antaño”. Después, lamentablemente, se ha visto mutilada con frecuencia y se han atribuido al autor algunas versiones muy limitadas en las que desaparece la parte de la venganza de la madre, como fue el caso en España, a la que no llegaría hasta 1824 y en una versión en la que al final de
la trama el príncipe descubre a la princesa dormida, la besa, despierta, se casan y “viven felices hasta el fin de sus días…”. Así fue la versión que circuló de los Cuentos de antaño y la que los niños españoles tuvieron en su memoria durante demasiado tiempo.
En el original esa felicidad no es eterna, y los cuentos de hadas siempre nos lo advierten; así lo hace Perrault en La Bella Durmiente, donde los dos jóvenes príncipes, una vez casados y tras los años de amor e hijos, comienzan a vivir una historia diferente, otra situación dramática que también acabará felizmente, pero tras acercarnos a otros aspectos de la naturaleza humana.
En el siglo XVII, también antes y después, las niñas soñaban con su príncipe azul y con el matrimonio como la razón de sus vidas. Pero casarse, aunque sea con el más dulce enamorado, no es la entrada directa al cielo. Tras la puerta del matrimonio se ocultan los problemas de la vida cotidiana, y también… ¡la suegra!, que puede ser una voraz ogresa dispuesta a devorar todo aquello que le pueda apartar de su querido hijo. Al menos, eso es lo que sucede en la versión de Cuentos de antaño.
Puesta en Escena
El personaje protagonista, La Bella Durmiente, está representado por un títere de gran tamaño, de140 cm. de altura que es reproducción de una Madonna de la imaginería portuguesa del siglo XVII. La elección no es simplemente estética, pues si María, la Virgen, representa la pureza, La Bella en el cuento, asume la misma función pues no olvidemos que la trama -de un vistazo muy inmediato- nos remite al paso de la infancia a la pubertad: la pérdida dela inocencia. Por otro lado esas imágenes eran auténticas figuras articuladas para permitir el vestido e incluso con el tiempo han donado su nombre; Marionette para identificar a todos los títeres articulados de la misma forma. Los otros personajes están representados por distintas técnicas, como el Bunraku japonés, los marotes (grandes títeres manipulados con una varilla a la cabeza), el guante, las máscaras y las sombras. Con las marionetas, en algunos casos, estamos utilizando títeres y máscaras tradicionales originales indias, guaraníes de Bolivia, javanesas (Wayang-Golek) y otras de manufacturación propia.
En la puesta en escena destacan una serie de telones de material ligero, que conforman cuatro capas desde el proscenio, con las que podamos jugar con distintos ambientes –sugeridos, no representados- y a través de sus transparencias y la proyección de sombras.
Debemos destacar el importante papel que va a jugar la música en toda la obra; la versión que utilizamos del cuento, es la de Charles Perrault(1628-1703), y atendiendo a su carácter creemos que es interesante situar la acción en la misma época y utilizar sus músicas. Por ello se tocarán en directo, con violas da gamba bajo y tenor, músicas de Marais, Sainte Colombe, Forqueray etc.
Esta obra, es la tercera en un plan que nos trazamos hace ya cinco años al decidirnos a afrontar teatralmente el desarrollo del niño a través de su infancia profundizando en los momentos determinantes de su crecimiento y maduración. El primer paso fue “Gran Oso y el Bosque” en el que nos acercamos al instante en el que una niña comienza a reclamar su primera independencia con respecto a sus padres. El segundo fue “Las Peripecias de Isogai” en la que un niño, en este caso, se afianza en sus propios medios para seguir creciendo, asumiendo responsabilidades y toma de decisiones. Podríamos situarle rondando los diez años. En la tercera propuesta afrontamos “La Bella Durmiente” y coincidiría con el paso del niño a púber con el consiguiente descubrimiento del mundo de los adultos.
Ficha Artística y Técnica
Actor Rafael Benito
Músicos Ana Álvarez / Isabel Sobrino
Koken Andrea Zander
Música Marin Marais / Louis de Caix D´Hervelois / J.B. Antoine Forqueray
Iluminación Luis Melendo
Diseño Vestuario Manuela Arjonilla / Isabel Sobrino
Realización Vestuario Manuela Arjonilla / Efi / Pepa González
Marionetas Rafael Benito / Isabel Sobrino / Máscaras populares de Bolivia, India y Bali
Escenografía Alondra Producciones, S.L.
Versión teatral y creacíón escénica Rafael Benito
Producción Alondra Producciones, S.L. – Colabora Junta de Castilla y Léon
Necesidades Técnicas
– Medidas de Escenario mínimas:7 m. ancho, 6m. fondo, 5m. alto
– Cámara negra
– Teatro a la Italiana
– Iluminación: 25.000 W
– Sonido: Equipo para música de ambiente en C.D
– Camerinos para tres personas
– Tiempo de montaje: cinco horas
– Tiempo de desmontaje: 1 h. 30 min
– Público: Familiar. En campaña escolar a partir de los seis años
Feria de Ciudad Rodrigo 2009
Por Nunci de León
A media mañana en el Espacio Afecir, La bella durmiente del bosque por la Cía burgalesa Alauda Teatro me sorprendió por tratarse precisamente de un cuento bien contado y sin complejos, es decir, en su integridad y poniendo énfasis precisamente en el hecho de narrar. Una experiencia que es un verdadero regalo para el espectador y para el niño que todos llevamos dentro. Los niños sí que saben y cómo exigen: esta función recupera para ellos ese gusto irreemplazable que todos conocemos de que te cuenten bien algo, entero y sin cambalaches. El cuento de Charles Perrault se vierte así, íntegramente, para quienes, sin hacer excesivo caso de los alardes técnicos ni de las vanguardias interpretativas, se quieran sumergir en ese deleite: Que te cuenten un cuento y que no te lo cambien. Contar-contar. Muy importante. Los niños se lo pasaron en grande, yo también.